NADIE
Como
Ulises
yo
también
me llamo
Nadie,
Nadie,
Nadie,
solo
Nadie.
Y el ojo
del Cíclope
me vigila
en cada esquina,
me
taladra a cada paso,
pero debo
continuar,
sí,
seguir el
viaje,
no hay
más alternativa
para un
soldado victorioso
que la de
herrar por este mar
colmado
de peligros,
donde
detrás de cada ola
oscilan
las negras sombras
de Escila
y de Caribdis,
y el
airado Poseidón
se
levanta de la espuma,
presto a
atravesar la nave
con su
fúlgido tridente...
Pero yo
debo seguir,
continuar,
como el
rey de Ítaca,
tapar mis
oídos,
cerrar
mis ojos
y sellar
mi boca,
es
nuestro destino
vagar,
viajar
por el mundo
incierto
a cada paso,
disfrutando
las
bellas auroras,
después
de insomnes noches,
sabiendo
que al final
solo
está,
nuestro
pequeño reino
y, quizá,
a nuestra llegada,
también,
aun nos
esperen tendidos
hacia
nosotros
dos
cálidos brazos de mujer.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario