Si pensamos en nuestra vida y en como puede llegar a ser de importante para nosotros y para el pequeño circulo de personas que nos rodea, nos daremos cuenta, cuan insignificante es una vida corriente, para la vida y para el resto de la humanidad...
Mi vida es nada.
Pero la vida…, es una eternidad.
Cuando me vaya, me iré tranquilo.
No escucharé más al viento,
ese que al sembrado da tormento
y enérgico hace girar al molino.
No escribiré más poemas,
ni cargantes sutilezas,
que nadie jamás leerá,
al juzgar, que sin duda, son simplezas.
Me iré, cargado con mis riquezas,
grandes y pequeños sentimientos
de muy diversa y variada naturaleza.
Cuando me vaya me iré tranquilo,
no me busquéis en la simple piedra, ni en el mármol,
buscadme en el aire, en la rama, en la raíz o en el limo.
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