Desde muy pequeño fui escuchando una serie de palabras, palabras que se repetían una y otra vez, machaconamente, y que se referían esencialmente a hechos y situaciones ocurridos en el siglo XX, de nuestro país y del mundo en general. Esas palabras me traen a la memoria como en una película gran cantidad de imágenes y muchísimos recuerdos. Por ese motivo cuando el siglo XX tocaba a su fin, me volvió a la mente, una vez más, ese martilleo de palabras casi desgastadas de tanto usarlas y hasta de tanto oírlas y formé con ellas un poema, pensando que el siglo XXI, ya iría adquiriendo sus propias palabras como pudieran ser terrorismo, energía o cambio climático, pero ya no estaré yo aquí para decir si van a ser esas las más repetidas, el siglo XXI acaba de comenzar...
Siglo XX
(Palabras)
Cien años tu trayectoria,
¡Que lento, tu caminar...!
A mis abuelos viste nacer,
a mis padres, cuando se iban a casar.
Y, a mí, me viste,
cuando a la escuela venía,
los polvorientos caminos andar,
trotar por atajos y veredas,
subir y bajar quebradas
y a nuestra escuela llegar.
Cuantas cosas han pasado
en tu agitado existir,
guerras y hambre has logrado
por tuberías sin fin.
Grandes genios convivieron
con locos y gentes de mal vivir,
buenos y mansos también hubieron,
y dictadores sádicos y canallas
que les hicieron morir
con gases, hambres y metrallas.
Nombres y frases
en mi mente se amontonan
desnudos y sin disfraces,
cual fragmentos de metralla
sin vergüenza ni rubor
se une el bueno y el canalla.
Dieciocho de julio,
Dragón Rapid,
piojos blancos,
Londres, Berlín,
alambradas,
¿arde París?
ajos porros,
caldo blanco,
aviones, bombas,
desembarcos,
los Nipones,
El Pacífico,
Pehar Harbour,
hundimientos, explosiones,
atropellos, represiones.
Judías blancas,
como balas,
el huevito, la gallina,
la guardia civil,
la dentadura,
el culatazo,
los barracones,
las cámaras, los gases,
el Papa, los obispos,
los Judíos, seis millones,
los huesos, la piel,
patadas y empujones.
Los buenos, los malos,
El Escorial, los caídos,
Francisco Franco,
la dictadura, la democracia,
los rojos, los republicanos.
el exilio, el emigrante,
el soldado la trinchera,
la Peseta y el Bolívar,
los Marcos, los Florines,
el Franco y la Libra.
Arroz con suero,
cucuruchos de aceitunas,
el papel vaso,
la suma interminable,
el cero mata cero,
y las gafas del ventero.
Las botas, los fusiles,
los aliados,
Romel y Mongomery,
el tanque, el combustible,
el desierto, la estrategia,
el Fürer, el Duche.
Fátima, los rusos,
la nieve, la guerra,
Mackarctur, Patton,
el general, el bombardeo,
el siglo veinte, la barbarie.
El hambre la abundancia,
el abuelo, la abuela,
el cacho pan,
el Viernes Santo,
el cura, la sotana,
la querida, el medianero,
el patrón, el saludo,
la mano en el sombrero,
el cacique, el aborto,
la puta, el maricón,
el Tamagochy, el c d rom.
En Europa lo hicieron
los rubios Teutones,
pero... en Asia,
el país del Zipango
ocupa Manchuria
y la llena de hordas Niponas.
El avión, la bomba,
el piloto el comandante,
la trampilla, la caída,
la suegra, la cuñada,
Dios, el cielo, la novia,
la explosión, la llamarada,
Hiroshima, Nagasaky,
el cielo, la tierra, la patria,
Dios, el miedo, el honor,
la rendición, el emperador,
los muertos, los vivos,
el orgullo, la vergüenza,
la velita, el pecado, la miseria.
Los grandes palacios,
las gruesas columnas de mármol,
los pobres, los ricos...
Dios, el cielo, la tierra.
Casitas de chapa,
que arrastra el torrente,
con frágiles techos,
que vuelan al viento,
el tiempo no entiende,
las planchas de cinc
no tienen la culpa,
pues, son,... tan ligeras.
Algunos, se gastan millones,
en suntuosos palacios
donde entierran sus muertos.
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