HACER LA OBRA
Empezar por
derribar
el miedo,
La
angustia,
la
necedad
y la
dulce hipocresía.
Desesperadamente.
Gritar.
Con la
hiel en los labios.
Gritar.
¡Volarlo
todo!
Darle de
cañonazos.
Reventar
la inocencia,
buscar la
luz en los espejos
que para
hacer la obra
no son
necesarias,
ni grandes
palabras,
ni nada
de ruidos,
ni pedanteces
para inflar
pompones
y
cubrirlos de melazas
para
llenar vacíos.
Emplearemos
todo
nuestro tiempo,
todas
nuestras fuerzas,
todo el
afán
todo el
coraje
la
ilusión
y hasta el delirio…
Pues, solo
nos harán falta;
cuatro
palabras simples,
ya que la
obra se hará
a partir
de los
deshechos,
de la
escombrera,
de los
mismos materiales del derribo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario