Ciegos de avaricia
hartos de poder, barrigas llenas,
y corazones vacíos
como sacos,
mentes sucias
como las alcantarillas,
podadores de toda esperanza,
de la ilusión
del último refugio,
la última cueva de los pobres...
¡Malditos!
Ahora estáis ahí,ahí,
con toda generosidad
alimentando a la bestia
que un día acabará con todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario